Garaioa
Municipio simple.
Limita al N con Arive y Villanueva de Aézcoa, al E con Abaurrea Baja, al S con Arce y al O con Oroz Betelu y Garralda. Desde el punto de vista geomorfológico, en el municipio aezcoano se distinguen tres unidades: al SO el macizo de Oroz-Betelu; en el centro la depresión periférica que lo flanquea; y al NE el escarpe de calizas. En la primera se encuentran las mayores alturas y está formado por esquistos del Devónico recubiertos por areniscas y arcillas del Triásico, a las que se superponen las calizas del Cretácico Superior. La depresión se halla excavada en las mangas de este último período, y aquí se encuentra Garayoa a 788 m. El escarpe de calizas del Paleoceno de la parte septentrional da paso a la altiplanicie de Jaurrieta y culmina a unos 1.100 m.
Clima
El término se halla incluido en su mayor parte dentro del dominio bioclimático atlántico-montano y que únicamente en la parte septentrional se dan muy localizadas condiciones de tipo submediterránco. Algunos de los parámetros meteorológicos más representativos, variables con la altitud y la orientación son: temperatura entre 10º-8ºC, precipitación entre 1.200-1.600 mm, caídas entre 130-150 días, y evapotranspiración potencial entre 650-550 mm.
Flora
A dicho dominio corresponde una vegetación natural fundamentalmente de hayedos (41% del total forestal) situados en la parte S y SO, en vertientes expuestas al N y NO. Siguen en importancia los robledales (28%) en las zonas de menor altitud y los pinos silvestre en las exposiciones al mediodía.
Heráldica municipal
Trae de plata y un encino de sínople a cuyo tronco está atravesado un jabalí de sable. Bordura de gules. Este blasón es el propio del valle de Aézcoa y de cada uno de sus pueblos en particular.
Casa Consistorial
Fue construida en 1913. Ante su situación ruinosa, se reconstruyó en 1976. Las fachadas son de mampostería, enriquecidas con enchapados de piedra el país en zócalos, esquinales y enjambado de puertas y ventanas.
El ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.
Historia
Aunque entregaba la pecha señorial junto con los demás lugares del valle, sus vecinos y los de Garralda debían también anualmente a la Corona en 1280 otra exacción de 17 sueldos y medio, más un cahíz y medio de cebada y avena por su calidad de «cazadores». Estas cargas fueron convertidas en censo al conceder Juan II (1462) a todos los pobladores del valle el privilegio colectivo de hidalguía. El papa Eugenio IV otorgó (1441) el patronato de la iglesia de San Andrés a la colegiata e Santa María de Roncesvalles. Como parte de la Aézcoa hasta la primera mitad del siglo XIX lo gobernaban el alcalde y capitán a guerra del valle y un regidor que elegían los vecinos. Sufrió importantes devastaciones durante la guerra contra la Convención (1793-1795). Luego fue reconstruido y en 1850 se componía el lugar ya de cincuenta casas. Tenía en esta fecha escuela, dotada con 1.400 reales. También contaba con canteras calizas y los caminos eran locales. Había un molino harinero del común y varios telares.
Tras las reformas municipales de 1845, Garaioa formó ayuntamiento separado.
Enlaces a archivos de interés:
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Portal de Archivos Españoles (PARES)
Enlaces a hemerotecas de interés:
Hemeroteca del Diario de Navarra
Hemeroteca del Diario de Noticias
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
Parroquia de San Andrés
Se levanta en el núcleo de la población, y conserva elementos de las diversas intervenciones que la han configurado desde el románico a nuestros días. La portada, de finales del siglo XII, muestra capitales de talla tosca con motivos geométricos, vegetales y figurados. Las dos capillas laterales interiores son góticas del siglo XIV, cubiertas por bóvedas de crucería sobre ménsulas decoradas con animales y cabezas humanas. El retablo mayor romanista hoy desmontado, obra de Juan de la Hera y Gaspar Ramos, es de traza sencilla con tallas apreciables que traslucen la influencia de Anchieta.
Arquitectura civil,
El pueblo fue muy reconstruido después de la guerra de la Convención, manteniendo la tipología propia de las casas aezcoana. En su término se alza un crucero con una talla de Nuestra Señora.
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