La madre de Salomé tuvo ocho hijos, pero cuatro de ellos murieron al poco tiempo de nacer. El padre era labrador y sobre todo cultivaba pimiento y remolacha. Tuvieron unas pocas viñas y hacían vino en casa. Salomé recuerda cómo elaboraban el pan o el jabón en casa. Cuando era cría iban a limpiar la ropa al canal. Salomé se casó con un vecino del pueblo y ha vivido toda la vida en Ribaforada.