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Oibar

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  • Izendapen ofiziala:
    Aibar / Oibar
  • Beste izendapen batzuk:
    Oibar (euskera)
  • Herri mota:
    Udalerri bakuna
  • Errolda:
    802 (2016)
  • Hedadura:
    47.00 km2
  • Garaiera:
    531 m
  • Iruña (distantzia):
    44.00 Km



Zona no vascófona.

Limita al N con Ibargoiti, Urraúl Bajo y Lumbier, al E con Sangüesa, al S con Cáseda y al O con Sada de Sangüesa y Leache. Se extiende de NO a SE desde la sierra de Izco, que aquí culmina a 900-960 m, hasta el mismo cauce del Aragón (380 m). Al N la topografía es accidentada: se trata de una serie de serrezuelas separadas por vallonadas que siguen la dirección pirenaica. Las primeras fueron modeladas por la erosión en los afloramientos areniscos y las segundas en los margosos y arcillosos del Oligoceno, los cuales están plegados: sinclinal de Rocaforte, anticlinal de Aibar y prolongación oriental del sinclinal de Barásoain. La inversión del relieve, de tipo prealpino, es perfecta: sinclinales colgados, valles anticlinales, crestas. Al S la topografía es más llana y corresponde a dos extensos niveles de glacis de erosión y de terrazas fluviales.

Clima y Medio Ambiente

El clima es de tipo mediterráneo, con cierto matiz continental en la mayor parte del término y submediterráneo al N. Los valores medios anuales oscilan, de acuerdo con la latitud y, sobre todo, la altitud, de la siguiente manera: temperatura, 12º-13ºC; precipitaciones, 500-800 mm y 80-100 días; evapotranspiración potencial, 725-750 mm.

Flora

Quedan algunos rodales de robledal y de bosques mixtos de encina y roble (unas 223 Ha), pero aun sumándole los pinares de repoblación (principalmente pino laricio de Austria) no alcanza la superficie forestal arbolada más que el 7,l% de la total.

Heráldica municipal

Trae de gules y un castillo de tres torres de oro, la central más alta que las laterales y almenadas de tres almenas. Debajo del castillo dos llaves del mismo metal cruzadas en sotuer. Quizás provenga este blasón del sello céreo que usaba la villa desde el siglo XIII y que representaba, bajo una arcada flanqueada de dos torres y sumada de una tercera más alta, la imagen del patrón San Pedro empuñando una llave. En siglos posteriores y siguiendo las leyes heráldicas, la arcada con las torres se simbolizó en el castillo y la figura del santo en las llaves.

Casa Consistorial

La anterior estuvo situada en un edificio del Casco Antiguo, junto a la Iglesia, destinado en la actualidad para cine parroquial. La actual está situada en la plaza de Santa María y fue construida en el siglo XIX. El Ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales. Comparte la secretaría con Leache.

Historia

En su término se recogieron varias hachas pulimentadas de la Edad del Bronce. También dentro del municipio se han localizado yacimientos arqueológicos de época romana: El Llano, al sureste del pueblo, Soreta y El Solano, en el que se encontró una pequeña figurita de bronce y un ara decorada dedicada a Júpiter. Su existencia como núcleo habitado consta desde fines del siglo IX, en que su castillo fue destruido por Muhammad ibn Lubb (882). Sancho Garcés III el Mayor donó la «tenencia» de su villa y castillo (1035) a su hijo Ramiro (I de Aragón), habido al parecer de una dama noble del mismo lugar. En 1061-1062 todavía la poseían el monarca aragonés y su hijo Sancho Ramírez, pero cuatro años después aparece en manos de Sancho, hermano bastardo de Sancho Garcés IV el de Peñalén. Denota su importancia la categoría de los sucesivos «tenentes», como Sancho Ramírez (1091-1100), hermano del rey del mismo nombre, el conde Sancho Sánchez (1105), el conde Ladrón((1135) y su hijo Vela Ladrón (1136-1147), García Almoravid (1153-1155), Sancho Ramírez de Oteiza (1171-1179), Iñigo Almorabid (1184-1197) e Iñigo de Oriz (1198). Como villa de realengo, siguió abonando pecha a la corona, hasta que en 1368 obtuvo la exención de prestaciones, incluida la cena. Más adelante (1397), Carlos III el Noble concedió el privilegio de hidalguía a los «francos» del lugar y a cuantos acudieran a poblarlo; les autorizó también a proponer una terna para la designación de alcalde, y a exportar su vino a Aragón y Castilla. En su término se ubican los actuales lugares desolados de Santa Cilia y Santiago (San Jaime). Sus vecinos cedieron al rey (1263) el patronato de su iglesia. En los alrededores tuvo lugar la batalla de Aibar en 1451. Durante los tiempos modernos, formaban el valle al que Aibar da nombre y del que es cabeza, Abaiz, Arteta, Ayesa, Eslava, Ezprogui, Gallipienzo, Gardaláin, Guetádar, Julio, Leache, Lerga, Loya, Lumbier, Moriones, Peña, Rocaforte, Sabaiza, Sada, Usumbelz, Izco y Javier. En 1844 Aibar obtuvo de la Diputación su separación del valle, a pesar de la oposición de los restantes integrantes de la comunidad; pero fue en 1846 cuando se hizo efectiva la medida, a la vez que se deshacía todo el valle en varios ayuntamientos.La villa contaba en 1802 con un molino harinero y tres de aceite sobre el río Aragón. Era una de las villas que poseía asiento y voto en Cortes. En 1894 tenía Pósito y un hospital para los pobres. Sus manantiales eran tan ricos que vendían aguas a los vecinos de Sangüesa; su término abarcaba unas 6.000 robadas de cultivo y 2.000 incultas, Madoz informa de que su arbolado es muy considerable antes de la guerra de la Independencia. Las heladas de 1830 inutilizaron la mayor parte de sus olivos y su producción de aceite se restringió de manera notable. La industria no contaba sino con 1os molinos de aceite y una fábrica de aguardiente; importaba linos, cáñamos, aceite y ultramarinos, que venían de Francia, Aragón y Cataluña, y exportaba los frutos sobrantes y ante todo aguardiente, que vendía principalmente en Salazar y Roncal.Ochenta años después contaba con un colegio de religiosas, dos posadas, caja rural, electricidad, una fábrica de chocolates, y hospital mantenido a expensas del ayuntamiento.En Aibar nacieron Andrés Azcárate Esparza y Francisco Arbeloa.

Centro hospitalario

Fue denominado Hospital de Santa Ana, siendo de origen muy antiguo, si bien se desconoce la fecha de su fundación. Fueron sus patronos el Alcalde y Jurados de Aibar, quienes nombraron dos mayordomos encarrdo s de cobrar las rentas del establecimiento. En el Hospital vivía el Hospitalero encargado del cuidado de los enfermos. Tanto el médico como el farmacéutico, prestaban sus servicios gratuitamente en el Hospital. Existieron dos fundaciones en favor del Hospital, una de Mosen Ricardo y la otra de un desconocido. Entre otras actividades daban una comida a los pobres en la víspera del día de Navidad.
En 1607 todos los vecinos de Aibar debían entregar para el Hospital la décima parte de los frutos que recogieran cada año. Durante el siglo XIX decayó mucho su vida, suprimiéndose el diezmo. En agosto de 1921 fueron declarados Patronos el Ayuntamiento y el Cabildo Eclesiásticos, siendo tasado el edificio en cinco mil pesetas.

Enlaces a archivos de interés:

Archivo General y Real de Navarra

 

  
Archivo General y Real de Navarra 

 
 Archivo diocesano 

  
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela

Portal de Archivos Españoles (PARES)     Portal de Archivos Españoles (PARES)

 

Enlaces a hemerotecas de interés:

Diario de Navarra    Hemeroteca del Diario de Navarra

 
Diario de Noticias   

   Hemeroteca del Diario de Noticias

 
Berria 

   Hemeroteca del Berria

 
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional    Hemeroteca de la Biblioteca Nacional

 

Parroquia de San Pedro

El pueblo lo preside la parroquia de San Pedro, edificio de dos épocas; el cuerpo es románico de tres naves y el crucero y la cabecera corresponden al siglo XVI. La parte medieval se cubre con bóvedas de medio cañón, mientras que la zona gótico-renacentista lo hace con bóvedas estrelladas. Un conjunto escultórico de más de veinte capiteles de grandes dimensiones decoran la nave. Sus exteriores muestran muros de sillería; destaca la portada de ingreso, del siglo XVI.
Preside el templo un retablo romanista del taller de Sangüesa-Lumbier, posiblemente obra de Juan de Huici o Juan de la Hera; sus esculturas y relieves narran los ciclos de la Pasión de Cristo y de la vida de San Pedro. Entre el tesoro parroquial se cuenta la talla del Cristo del Amparo, gótico del siglo XV, dos imágenes románicas de la Virgen pertenecientes al siglo XII y una pequeña custodia de esquema gótico realizada hacia 1532 por el platero Bernardino del Campo.

Ermitas

La ermita de Santa María se ubica al pie del caserío; es románica del siglo XII y consta de una nave rectangular con cabecera semicircular, destacando sus capiteles. En su exterior muestra una portada de medio punto abocinada con tímpano que alberga un crismón. A comienzos del s. XIX había todavía en pie otras tres ermitas: S. Juan Bautista, S. Joaquín y S. Roque.

Arquitectura civil

El trazado urbano sigue vías ascendentes y curvas que llegan hasta la iglesia; aparecen casas nobles, arcos y multiplicidad de elementos constructivos y decorativos de tradición medieval. Se conserva un crucero del siglo XVI que lleva grabado el escudo de la villa en el fuste. Entre los doce puentes del término destacan dos de origen medieval, el de Santa María y el de Molinaz. 
Palacio

Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino, y como solar remisionado de cuarteles, en el rolde del tesorero mosén Luis Sánchez en 1513.
Existían antiguamente en Aibar dos palacios: el de suso, o del barrio de arriba, que según el Libro de Armería, traía por armas seis paveses de oro en campo de gules, y el de yuso, «que le dicen del río», cuyo escudo era, según el mismo armorial, cinco fajas onduladas de azur en campo de oro.
El linaje de Aibar constituía la tercera baronía de los ricos-hombres de Navarra; la más alta nobleza del Reino, en época medieval. Su escudo era un campo de oro, sin ningún otro motivo ni divisa. A finales del siglo XV era señor del palacio Simón de Aibar, casado con Francisca de Olleta. En la relación de la Cámara de Comptos de 1723, figura como poseedor José de Aibar. En 1659 solicitó el rebate de cuarteles María Ana de Pignateli, como madre y tutora de Pedro Jordán de Urriés.
En 1540 se despachó una sentencia de exención a favor de Miguel de Ugarra y María Fernández, que sin duda corresponde al otro palacio que existía en la localidad.