ARCHIVO del patrimonio inmaterial de NAVARRA

Galdeano

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  • Denominación oficial:
    Galdeano
  • Otras denominaciones:
    Galdio (euskera)
  • Tipo de localidad:
    Concejo
  • Censo:
    63 (2016)
  • Extensión:
    0.00 km2
  • Altitud:
    455 m
  • Pamplona (distancia):
    50.00 Km
  • Localidad superior:
    Allín


Zona no vascófona.

Limita al N, con la Sierra de Lóquiz, al S con Muneta y Amillano y al E con Artavia.

Antigua «villa» de seño­río nobiliario, cuya pecha anual su­maba 62 sueldos en 1280, cuando ya le había sido confiscada por la Coro­na a su titular Gonzalo Ibáñez de Baztán. El rey Carlos II dio (1368) sus rentas a Beltrán Vélez de Guevara. El monasterio de Iranzu había adquirido en el siglo XIII uno de los collazos del lugar. También poseía entonces heredades en su término la abadía de bache.

En 1850 tenía escuela, dotada con 736 reales al año, y caminos sólo locales y en mal estado; recibía la correspondencia desde Estella por valijero dos veces por semana.

La parroquia de San Pedro es la de aspecto más monumental del valle de Allín. Se construyó en el siglo XIII, si bien sufrió importante, reformas en el siglo XVI que le otorgaron un estilo gótico-renacentista El espacio interior que configura una planta rectangular de tres tramos es lo único que perdura del templo medieval; por el contrario al siglo XVI corresponden las bóvedas de terceletes con ligaduras que apoyan en ménsulas con bolas de estilo Reyes Católicos, el coro que se levanta a los pies sobre un arco rebajado y, finalmente la sacristía. Al exterior también se observan estas dos fases constructivas, conservándose del siglo XIII además de los muros perimetrales la portada de arco apuntado que abocina mediante tres arquivoltas y arco exterior recorrido por puntas de diamante. A finales del siglo XVI o comienzos del siguiente corresponde el primer cuerpo de la torre, de líneas severas, mientras que el de campanas y el remate son obra barroca del siglo XVIII.

En la realización del retablo mayor está documentada la intervención de dos maestros, Juan de Troas Menor, autor del sagrario y de la talla del titular que se fechan hacia 1570, y Juan III Imberto, con quien colaboró el ensamblador Juan de Zabala. El retablo se terminó en 1616. Este retablo es importante en la trayectoria artística de Imberto porque marca un avance hacia el barroco, si bien todavía hay que considerarlo como una obra romanista, Contribuye al esplendor tanto de la mazonería como de la amplia iconografía de relieves y bultos que encierra la rica policromía de la primera mitad del siglo XVII. Encima del tabernáculo se venera a Nuestra Señora de Galdeano, una talla gótica con rasgos arcaizantes en la posición del Niño.

Arquitectura civil: el palacio de Galdeano, edificio renacentista del siglo XVI con algún arreglo poste­rior. Conserva el majestuoso medio punto de entrada decorado con imposta todavía de carácter goticista. Enriquece la fachada una ventana adintelada con alfiz y antepecho de hojarasca, debajo de la que se localiza el escudo de los Galdeano, sobre cartelera de cueros retorcidos, ceñido por una laurea.

El palacio, solar del linaje de los Galdeano, figuraba como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino, y en el rolde de remisionados del pago de cuarteles del año 1513. En 1656 pleitearon los jurados del lugar contra el palaciano Miguel García de Galdiano, a causa de la exención del palacio. En la relación de la Cámara de Comptos de 1723 consta como poseedor José de Echaide, por su mujer Juana de Galdiano. En 1761 el secretario del Reino expidió testimonio fehaciente de que el palacio era de cabo de armería y de la nómina antigua. Ese mismo año, la dueña llevó pleito contra el lugar y sus jurados, a causa de la doble porción que le corres­pondía en el pasto de ganados. Soli­citaron el rebate de cuarteles Pedro Martín de Galdiano en 1768; Felipe de Galdiano en 1793 y Antonio Gal­diano y Marichalar en 1808. Según el Libro de Armería, el escudo lo trae de Yániz: campo de gules y un cre­ciente renversado de plata, bordea­do de un jaquelado de dos series de oro y sable; campaña de plata bor­deada del mismo jaquelado. 
Ermitas. En su término se encuentran las ermitas de San Cosme y San Damián; de San Miguel y la de Santa Bárbara.