ARCHIVE du patrimoine immatériel de NAVARRE

Sada

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  • Nom officiel:
    Sada
  • Recensement:
    170
  • Extension:
    12.00 km2
  • Altitude:
    483 m.
  • Pampelune (distance):
    49.00 Km


Limita al N con Leache, al E con Aibar y Cáseda, al S con Gallipienzo y al O con Ezprogui.
De N a S se distingue en este municipio un par de crestas montañosas que culminan a 684 m (monte Jauto) y 627 m, el valle-depresión del barranco Vizcaya, la serrezuela de San Miguel (741 m) y un piedemonte inclinado hacia el S desde los 540 a los 440 m. Las crestas del N corresponden al flanco S del anticlinal de Aibar (areniscas y margas alternantes del Oligoceno), y la de San Miguel, a la terminación periclinal del sinclinal de Barásoain (también areniscas y margas). El piedemonte ha sido modelado en las margas y conserva dos niveles de glacis de erosión.

 


Heráldica municipal

Trae de gules y un castillo de tres torres de oro, la central más alta que las laterales, almenadas de tres y con puertas y ventanas de azur. A ambos lados de la torre central sendas palmas de oro y en la puerta otras dos cruzadas en sotuer. El sello más antiguo data de 1309 y consta de una media luna con cuatro estrellas en las esquinas del escudo. Usaba la alcaldía en 1840 otro sello en que aparecía una parrilla redonda, como alusión al martirio del patrón San Vicente.

Casa Consistorial

Está situada en la entrada del pueblo a pie de carretera. Fue reformada interiormente en 1980.
Consta de planta baja y una elevada. Su fachada principal está levantada en ladrillo caravista con balconaje en primera planta y barandilla de hierro. En el edificio se incluye el consultorio médico. Su Ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.

Historia

En su término se hallaron diversas piezas pulimentadas de la Edad del Bronce. También proceden del mismo dos monedas romanas de Faustina madre.
La villa formó parte del valle de Aibar durante toda la Edad Media. El monasterio de Leire adquirió en ella dos «palacios», uno por donación y otro mediante compra (1112), y la abadía de Irache ya poseía en 1141 el «monasterio» de San Juan, adjudicado luego (1289) a Santa María de Roncesvalles por sentencia del obispo pamplonés Miguel Pérez de Legarla. Los villanos de la Corona en el lugar debían en 1280 una pecha anual de 3 cahíces 2 robos y medio de trigo y otros tantos de cebada y avena, más 1 cahíz, 1 robo de trigo y lo mismo de cebada y avena en concepto de «cena». El rey Carlos III adscribió (1425) la villa al condado de Lerín. Pierres de Peralta, patrono de su iglesia, había conferido ésta al monasterio de La Oliva.
En 1846 Sada se segregó por una parte del valle de Albar, quedando como ayuntamiento enteramente separado, y aparte se había sometido al derecho común al haberse suprimido definitivamente los señoríos jurisdiccionales en 1837.
En 1847 tenía escuela, dotada con 2.000 reales al año; el párroco era de provisión del vecindario, en tanto que los dos beneficiados -con que también contaba la iglesia- lo habían sido hasta la reciente exclaustración del abad del monasterio de Martilla o del rey, según el mes en que se diera la vacante; sobre el río Aragón funcionaba un molino.
En los años veinte de nuestro siglo había dos escuelas y hospital. Sada se llamó así oficialmente hasta 1908 en que, por acuerdo de la Sociedad Geográfica, pasó a denominarse Sada de Sangüesa, sin duda para distinguirla de otros topónimos iguales (Sada de La Coruña principalmente).
El hospital de la localidad ya existía a finales del siglo XVII. Funcionó con regularidad hasta principios del siglo XIX. La Junta estaba formada por el párroco, beneficiado y regidores del pueblo, así como por los dos cabildos, eclesiástico y secular. Había un mayordomo y un hospitalero, encargados del cuidado del centro.
Los ingresos provenían de las limosnas recolectadas casa por casa entre los vecinos.

Palacio

Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Su dueño Juan de Sada fue agraciado en 1563 con una merced de acostamiento de 25.000 maravedís, que en 1576 le fueron aumentados a 40.000 al licenciado Pedro de Sada, su sucesor. El año 1629 se despachó privilegio de llamamiento a cortes en favor de Pedro Aibar de Ezcaiz, secretario de Su Majestad y señor del palacio. En 1665 pertenecía ya al barón de Beorlegui y vizconde de Arberoa, el cual andaba en litigio contra los jurados de la villa, en defensa de la exención de cuarteles de su casero Juan de Leoz. En la relación de la Cámara de Comptos de 1723 figura también como poseedor el citado conde. Según el Libro de Armería el escudo era de gules con un creciente renversado de plata, y cortado asimismo de plata. Así lo usaba ya Pedro Iñiguez de Sada en 1375. En 1506, al casar Juan de Sada con María de Ezpeleta, se añadieron las armas de la nueva señora: un león rampante de gules en campo de plata.

Enlaces a archivos de interés:

Archivo General y Real de Navarra

 

  
Archivo General y Real de Navarra 

 
 Archivo diocesano 

  
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela

Portal de Archivos Españoles (PARES)     Portal de Archivos Españoles (PARES)

 

Enlaces a hemerotecas de interés:

Diario de Navarra    Hemeroteca del Diario de Navarra

 
Diario de Noticias   

   Hemeroteca del Diario de Noticias

 
Berria 

   Hemeroteca del Berria

 
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional    Hemeroteca de la Biblioteca Nacional

 

Iglesia parroquial de San Vicente

Es un amplio templo de planta regular de nave única, con robusta torre cuadrangular a los pies. Alberga un retablo mayor romanista de la primera mitad del siglo XVII, obra del ensamblador Juan de Huici y del escultor Juan de Berroeta. Asimismo hay una talla de crucificado con estilo de un primer renacimiento. Se trata de un Cristo durmiente de formas redondeadas con esmerado estudio del desnudo, sobre todo en el torso. El rostro, inclinado hacia la derecha, está tallado con belleza clásica que no impide el reflejo del dolor.

La ermita de Santa Lucía, cercana al pueblo, luce en su portada la fecha de 1766, aunque probablemente su origen sea anterior.

En un cerro a una media hora de la población se halla la Ermita de Santa Eufemia. En el camino se yergue un bello crucero renacentista de piedra. Sobre una gran basa rectangular con relieves de tema religioso en los frentes, se asienta una columna de fuste circular y estriado, en algunas zonas bastante deteriorada. Al capitel cúbico se adosan las figuras de los evangelistas, sobre él se instala la cruz que se adorna con unas guirnaldas entre los brazos.

El caserío conserva casas grandes, fruto de la prosperidad dieciochesca.

Enlaces de interés: 

Catálogo Monumental de Navarra

 

  Merindad de Pamplona