MARRO, MARÍA SUBARÉ, PELOTA, FRONTÓN CERRADO, PAREDES, PELOTAS, BALONES, ARRIME, MONEDAS, CARTONES DE CERILLAS, CALLE

De niños jugaban al marro. Se juntaban en una calle una docena de críos. Se dividían y consistía en colocarse un grupo en cada pared, corrían en direcciones opuestas y en caso de pillar a alguien lo llevaban "preso" a su bando. Los "presos" se ponían en la pared e iban haciendo una cadena. Para liberarlos les debía tocar alguien de su bando y gritar "marro libre". Otro juego era "maría subaré". Consistía en colocarse posición de burro, con la cabeza para abajo inclinados. Se gritaba "maría subaré", se le respondía "hasta la pared" y saltaba encima del niño inclinado como burro. A veces, decían "todos a uno", se escachaba, y decían "burro escachao". Una vez saltaron todos encima de uno y le rompieron la pierna. Se quedó como "Isidoro el cojo" para toda la vida. Jugaban a pelota también. Había frontón, pero como era cerrado, se debía pagar para entrar, jugaban por las paredes que encontraban por el pueblo y les echaban la bronca. Tenían pelotas y balones. Jugaban al arrime también. Había unas monedas que eran de cobre, eran mayores y pesaban más. Ganaba el que más arrimaba la moneda a la marca que hacían en la pared o en el suelo. Jugaban con cartones de cerillas también. Cabían 20 rotos en una caja y los metían. Se apostaban la caja, por ejemplo. Vinieron a la calle donde vive ahora en 1966. Hacían la vida en la calle, había mucho ambiente y vida.