"Se desayunaba siempre cebada tostada y la mezclaban con achicoria, era como un caldillo negro. Como no había azúcar, pelaban la remolacha las madres, la partían a cachitos y la cocían y la juntaban con el caldo negro y parecía un café."
Entrevistadores: Lara, Adriana y Hugo
Profesor: Álvaro Esparza Losantos
IESO CASTEJÓN