ARCHIVO del patrimonio inmaterial de NAVARRA

Funes

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  • Denominación oficial:
    Funes
  • Tipo de localidad:
    Municipio simple
  • Censo:
    2.461 (2016)
  • Extensión:
    52.00 km2
  • Altitud:
    301 m
  • Pamplona (distancia):
    62.00 Km



Zona no vascófona.

Limita al N con Peralta, al E con Marcilla y Villafranca, al S con Milagro y Rincón de Soto (Rioja) y al O con Azagra.

Comunicaciones: Carretera local que enlaza con la comarcal NA-115, Tafalla-Peralta-Rincón.

Clima

El clima se caracteriza por las acusadas oscilaciones de la temperatura (invierno frío, verano caluroso), la sequía estival y el cierzo frecuente e intenso. Es de tipo mediterráneo-continental y su valores medios anuales más notables son: unos 14" C de temperatura, 400-450 mm de precipitaciones, caídas en unos 65 días, y 750-800 mm de evapotranspiración potencial.

Flora

Fuera de los ripisilvas fluviales y de los pinares de repoblación (pino carrasco) no queda nada de vegetación arbórea.

HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de sínople y un castillo de tres torres de oro. En bordura de gules las cadenas de Navarra de oro. En las vidrieras del palacio de la Diputación se pintó el fondo del escudo, equivocadamente, de gules. El motivo del castillo aparece en sus sellos. En el más antiguo que se conoce tiene una gran puerta de arco de medio punto, cuatro almenas y un torreón almenado de tres almenas. En los posteriores son tres las torres y la de en medio mayor.

CASA CONSISTORIAL. Tiene Casa Consistorial con fachada a la Plaza de los Fueros. Ante el estado de avanzado deterioro, el anterior edificio fue demolido y en el mismo solar se ha construido uno nuevo que mantiene la misma imagen del anterior elevado en tres cuerpos y entrecubierto con porche de arcos en su planta baja. El importe de la obra ha sido de 16 millones de pesetas y en su financiación ha participado el Gobierno de Navarra. El anterior había sido construido en 1737, a base de ladrillo, piedra y yeso aprovechando los materiales y el solar del otro más antiguo. El Ayuntamiento está regido por alcalde y diez concejales.

ARQUEOLOGÍA. En su término municipal se localiza un yacimiento de época romana, concretamente una "villa", ejemplo de explotación agrícola, dedicada especialmente a la fabricación de vino. En las excavaciones allí realizadas (1959), se encontraron varios lagares, monedas y cerámicas fechadas en los siglos I y II.

HISTORIA. Fue en el siglo XI centro de uno de los distritos o "tenencias" de la frontera con los musulmanes. El monasterio de Leire recibió por donación diversas heredades en su término durante dicha centuria. El rey Alfonso I el Batallador concedió a sus pobladores, y a los de Marcilla,y a los de Peñalén, el derecho de Calahorra (1110). El lugar se convirtió posteriormente en núcleo de desarrollo de la jurisprudencia compilada en el llamado Fuero de Viguera y Val de Funes. Su importante aljama judía, a la que Sancho VI el Sabio extendió el fuero de los judíos de Nájera (1171), fue arruinada en los disturbios de 1328. Medio siglo después el ejército castellano asoló el lugar, cuyo vecindario emigró casi en su totalidad a Peralta. Era villa de señorío realengo y debía en 1280 en concepto de pecha anual 200 sueldos más 100 cahíces de trigo y otros tantos de cebada y avena. Juan II la donó al magnate Pierres de peralta (1430), yen el siglo siguiente pasó a señorío de los marqueses de Falces.

Funes permaneció como villa de señorío hasta la primera mitad del siglo XIX, en que ese régimen desapareció. A comienzos de dicho siglo se había acabado el comercio de vino con Madrid. De su mina de sal se surtían los pueblos comarcanos, y eran asimismo muy rentables - por la escasez de madera que había en la Ribera - los sotos de olmos y fresnos con que contaba; de sus maderas, en la guerra contra la Convención (1793-1795), la villa había hecho donación al rey de lo necesario para construir cureñas y carros de brigadas. Funcionaban en torno a 1800 un molino harinero y otro de aceite. En 1850 tenía escuela, cuyo maestro percibía al año 1040 reales y 60 robos de trigo, más otros treinta robos de los alumnos; el maestro era a la vez organista. Contaba la villa con una barca para cruzar el Arga y con cinco dehesas. En los años veinte de nuestro siglo, contaba ya con caja rural, tejería, hornos de yeso, talleres de carretería y piperío, y hospital.
Es patria de Franciso Jiménez de Tejada.

CASTILLO. En la parte más elevada del pueblo existió en época medieval un castillo, bajo cuya protección permitió Sancho el Sabio, en 1171, que se acogieran los judíos de la villa e hiciesen allí sus casas. En 1234 gobernaba la fortaleza Juan Martínez de Mañeru, y en 1256 García Gómez de Agoncillo. Más tarde, en 1276, prestó homenaje por ella a la reina Juana Gonzalo Gil de los Arcos. Su sucesor Ramiro de los Arcos percibía en 1280 una retenencia de 8 libras en dinero y 40 cahíces de trigo. Diez años después se hicieron obras en el castillo, rehaciéndose la techumbre de la torre mayor. En 1321 era alcaide Guiot de Marne, y hacia 1345, Lope Ruiz de Santa María, en cuyo tiempo se hundió la torre llamada de San Salvador. En 1370, reinando ya Carlos II, tenía la guarda del castillo Pero Ximénez de Castejón. Le sucedió Juan de Blondín, que en 1375 percibía una asignación de 4 libras y 20 cahíces. La villa fue ocupada e incendiada por los castellanos en 1378, destruyéndose también el castillo. El rey se quejaba de que no se había hecho una defensa muy vigorosa, por lo cual agregó los términos y bienes a Peralta. Debió ser reedificado porque, al parecer, fue uno de los pocos que se libraron de las órdenes de demolición dictadas en 1516 y 1521. No obstante, el tiempo y los hombres se encargarían de destruirlo.

ARTE. En la zona más elevada de la población se levanta la Parroquia de Santiago, que el cantero avecindado en la villa, Domingo de Igarzábal construyó en la primera década del siglo XVII, con una planta de cruz latina con nave de tres tramos, capilla lateral en el lado del Evangelio y cabecera pentagonal. La nave se cubre con una bóveda de medio cañón con lunetos y la capilla mayor con una gallonada, enriqueciendo todo el conjunto decoración manierista de motivos geométricos. En el siglo XVIII se amplió esta estructura añadiendo un tramo a los pies y la capilla del Cristo, con una planta central y nichales, junto al coro. Las obras de ésta se documentan en 1770 como de los albañiles Manuel Sanz de Calahorra y Antonio Zenzano. Con anterioridad a esta capilla, en 1761, el albañil José Peñalba hizo la sacristía de acuerdo con las trazas del maestro de obras José Argos, si bien de la estancia original únicamente permanece la planta ya que la cubierta es moderna. Al exterior se deja el ladrillo visto, por lo que el edificio se integra en la arquitectura usual de la Ribera navarra, dándole empaque la gran escalinata de acceso. Destaca por su esbeltez la torre, realizada al mismo tiempo que el edificio, es decir, a comienzos del siglo XVII. En ella se suceden de manera decreciente cinco cuerpos cúbicos rematados por otro poligonal, decorados con arcos de medio punto y labores geométricas de ladrillo. Otro elemento destacado es el pórtico barroco, de arcadas de medio punto, que fue realizado alrededor de 1748 por el albañil de Villafranca Miguel Pérez. Dentro del ajuar artístico conservado en la parroquia destaca la colección de lienzos pintados por Vicente Berdusán, la mayoría para el retablo mayor. La mazonería de éste pertenece a dos épocas distintas. El primitivo retablo barroco de hacia 1665 sufrió una importante reforma en el momento rococó, que se puede fechar en torno a 1760 y cabe relacionar con el taller estellés de Lucas de Mena. El retablo es un buen marco, con tallas de San Pedro y San Pablo, además de las delicadas cabecillas de querubines, para la serie de lienzos de Berdusán, cuya cronología cabe fijar alrededor de 1665. Se trata de una obra de la primera época del pintor, en la que destaca el lienzo de Santiago Matamoros que ocupa la calle central, con una dinámica composición barroca con abundantes diagonales y escorzos, a lo que se une el colorido de sabor veneciano. Como corresponde a esta etapa de su obra el artista se muestra todavía más escultórico que pictórico, al mismo tiempo que en la iluminación gusta de los contrastes que más adelante irá transformando en claras atmósferas doradas. Los lienzos fechados en este retablo son además del Santiago Matamoros firmado y fechado en 1665, el de San José con el Niño en 1665 ó 1666 y el Calvario en 1669. Algunos años después pintó para este misma parroquia un cuadro dedicado a la Transverberación de Santa Teresa, firmado en 1676, cuya composición recuerda al de la parroquia de Fitero, atribuido a Berdusán.

Los retablos colaterales del Rosario y San José, barrocos del último tercio del siglo XVII, destacan por el decorativismo. El escultor Tomás Martínez los reformó en 1762, introduciendo un vistoso dosel que en el de la Virgen del Rosario cobija una talla de la titular, fechable en la segunda mitad del siglo XVIII. Entre las artes sunturarias cabe reseñar un copón de plata con traza goticista. si bien la caja se decora con motivos «a candelieri» renacentistas, todo lo cual permite fecharlo hacia 1540. La pieza ostenta punzón de la ciudad de Zaragoza. Arquitectura civil. El casco antiguo se concentra en la parte alta. rodeando la parroquia, con casas de ladrillo en ocasiones enlucido, ennoblecidas algunas por escudos barrocos. La casa del Mayorazgo es el edificio más monumental de la villa v en ella nació Francisco Jiménez de Tejada, Gran Maestre de la Orden de Malta en 1773. Su fachada de estilo barroco describe un ángulo y en ella lucen dos blasones, uno de la segunda mitad del siglo XVII y otro rococó de la segunda mitad del siglo XVIII.

ÓRGANO. Cuenta con un ejemplar neoclásico. El movimiento neoclásico se refleja un poco tardíamente en Navarra en cuanto a las cajas de sus órganos (1797 hasta finales del siglo XIX). Parece que sus tracistas no acaban de aceptar la nueva estética de Ventura Rodríguez en la fachada de la Catedral de Pamplona, y ello a pesar de la presencia activa de A. S. Ochandátegui por Navarra, donde aparece, incluso, asegurando coros y órganos construidos con anterioridad. Esta nueva corriente artística, juzgada por algunos despectivamente como «fría» y sin imaginación, hoy en día está en revisión. Habría que verla en todo caso, desde las coordenadas estéticas, sociales, etc. de la época. El órgano de Funes ha sufrido varias reformas: al menos dos en el siglo XVIII, una en el siglo XIX y otra en 1970. Se ha encontrado en la parte trasera de la caja una tabla abandonada, perteneciente sin duda a su «secreto» original, que dice: «me fecit en Lerín año 1738». La caja actual puede ser de comienzos del siglo XIX. ASA

ERMITAS. En su término se encuentran las ermitas de El Calvario, y de Nuestra Señora del Portegado.