Zona no vascófona.

Limita al N con Alzórriz, al S y al O con Salinas al E con Lezáun y Unciti, y al O con Monreal.
Realizada la concentración parcelaria: 507 Ha, 26 propietarios, 821 parcelas antes y 108 después. Comunes, 290 Ha (128 de monte maderable, 125 de pastos, 8 de secano). Cooperativa Agrícola-Caja Rural de Ibargoiti fundada el 15.8.1907.

Está documentada en los siglos XI y XII con las grafías «Idoziam», «Idozing» e «Idozen». Era una villa de señorío nobiliario cuya titular, Sancha Oriol, la dio con su iglesia (1087) al monasterio de Leire. En su término había salinas, denominadas en 1097 «salinas de Muru». En 1084 consta Santa Cecilia como advocación de la iglesia local, pero en 1527 figura ya la de San Clemente.
En el diccionario de la Academia de la Historia (1802) se lee que en la ermita de la Encarnación, sita en la cima de un robledal cercano, estaba establecida una cofradía bastante numerosa y que el duque de Granada de Ega tenía en Idocin un palacio de cabo de armería. Gobernaban Idocin hasta las reformas municipales en 1835-1845 un diputado del valle de Ibargoiti y un regidor que se elegía entre los vecinos del pueblo. En cuanto al cura, lo designaba el abad de Leire. Durante la guerra de la Independencia, soldados franceses incendiaron la casa de Espoz y Mina, como represalia por sus correrías, y la Diputación subvencionó más tarde su reconstrucción con 32.000 reales.
En 1847 había una escuela, dotada con 1.200 reales, en parte pagados por sus discípulos, y el maestro tenía que hacer a la vez de sacristán; existían en el pueblo dos posadas; el curato había pasado a ser provisto -quizás como consecuencia de la exclaustración de Leire- por el rey, el obispo o el pueblo según los meses en que vacaba. Se recibía el correo desde Monreal tres veces por semana. Idocin fue el lugar de nacimiento de Espoz y Mina.

Palacio

El palacio de este lugar, que se mantuvo en pie hasta 1930, aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del reino. Juan de Atondo, señor de Idocin y oidor de Comptos fue destacado agramontés en las guerras civiles del siglo XV. Su hija Guillerma de Atondo casó con Arnal Pérez de Jaso, señora de Javier y madre del Santo. Posteriormente pasó a los marqueses de Cortes y a la casa ducal de Villahermosa. En 1735 elevó memorial el mariscal, conde de Javier y marqués de Cortes, para que el palacio se anotase como de cabo de armería en los libros del Reino. Exponía el noble prócer que «... no solo es de Cabo de Armería, sino que también se le deve pecha por los vezinos del dicho lugar y otros del contorno, con otras varias sevidumbres.»
Todavía en 1886 escribía Madraza en Navarra y Logroño: «A la derecha del camino, un arruinado palacio con honores de castillo... Fue cabo de armería y aún conserva en sus ventanas, de dintel conopial una, y otra de dos arcos gemelos apuntados, el sello de las construcciones semifeudales del siglo XV». Lamentablemente, hoy no se conserva porque fue demolido para ensanchar la carretera a su paso por el pueblo.

La fábrica de la parroquia de San Clemente, de la que todavía existe la portada, fue remozada en el siglo XVI como atestiguan las bóvedas. Lo mismo sucedió con la cruz parroquial gótica a la que se aplicó una macolla de gusto renacentista.

En la ermita de nuestra señora de la Encarnación se venera una talla de la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Anunciación.

En arquitectura civil alguna casa conserva todavía elementos de tradición gótica.